martes, 4 de diciembre de 2012

Nuevo proyecto: Aligérate


Aligérate Vive Libre Saludable Ama Decide Siente
Percibe Vuela Suelta... Suelta... Suelta: aligérate.

CUANDO EL ENOJO SE VA, ¿O SE QUEDA?


¿Sabes hasta qué punto el cuerpo nos acompaña en cada uno de nuestros pensamientos y emociones?
Si todo lo que pensamos y sentimos tiene una manera de ser procesado bioquímicamente, hay huellas de nuestra historia en cada célula. Sin embargo, eso no tiene por qué marcarte. No tienes por qué resignarte a vivir con las consecuencias o los problemas potenciales de las emociones pasadas.
¿Te has dado cuenta de que el cuerpo guarda su propia memoria, y tiene una manera muy especial de ir dándonos señales sobre los conceptos o las vivencias que lo envenenan y no le permiten vivir con armonía?
Hay algunos estudiosos de la salud que se empezaron a percatar de esto, y es así como fueron sistematizando un esquema de enfermedades relacionadas con diferentes emociones, entre ellas, la ira, por supuesto.

La emoción como maestro

Según La enfermedad como camino, un interesante estudio de los investigadores alemanes Thorwarld Dethlefsen y Rudiger Dahlke, hay muchas enfermedades que se derivan de no encauzar adecuadamente el enojo, tales como las varices, la pancreatitis, problemas de vesícula, de hígado, de estómago, dermatitis, etc.
Es comprensible que existan diversas enfermedades relacionadas con ello, pues cuando sentimos enojo -ya sea que lo expresemos o lo reprimamos- todo el cuerpo se tensa, la sangre circula con mayor lentitud, la bilis se derrama, se alteran los sistemas cardiovascular, hormonal y nervioso, hay un descontrol en la presión arterial, así como en la frecuencia cardíaca, y también se altera la actividad cerebral de los lóbulos frontal y temporal. Imagina que esto ocurre varias veces al día, que sucede varias semanas, meses, años... y entonces el cuerpo tiene que guardar este desorden una vez tras otra sin tener una forma de liberar ni armonizarse.
No está mal sentir enojo, miedo, incertidumbre, tristeza ni ninguna emoción, pero es importante darle cauce, salida, dejar que se vaya, que no permanezca en nosotros para lastimarnos a corto, mediano o a largo plazo.

Aligérate

Cierto, calmar nuestra mente y cambiar de actitud es el primer paso ideal para detener el daño que hacemos a nuestro organismo, pero ya existe una vieja energía atrapada en los órganos y sistemas. Por ello es conveniente que tu cuerpo se acostumbre a la posibilidad de liberarse de los núcleos de emociones reprimidas o acumuladas que le han hecho daño.
No basta con "pensar" para sanar por completo a nuestro, sino es necesario valernos de los sentidos, hacer catarsis o liberación en voz alta o con ejercicios físicos que pongan en movimiento las emociones acumuladas.
Si tú creaste la emoción y forma parte de tu organismo, tú puedes transformarla con movimiento. Si quieres saber más, puedes ver este proyecto en génesis:  Aligérate .Si lo deseas puedes colaborar con esta faceta del proyecto de Las trece vidas de Cecilia o en su caso difundirla entre tus contactos.
Gracias y seguimos en contacto. Bendiciones.