martes, 4 de diciembre de 2012

Nuevo proyecto: Aligérate


Aligérate Vive Libre Saludable Ama Decide Siente
Percibe Vuela Suelta... Suelta... Suelta: aligérate.

CUANDO EL ENOJO SE VA, ¿O SE QUEDA?


¿Sabes hasta qué punto el cuerpo nos acompaña en cada uno de nuestros pensamientos y emociones?
Si todo lo que pensamos y sentimos tiene una manera de ser procesado bioquímicamente, hay huellas de nuestra historia en cada célula. Sin embargo, eso no tiene por qué marcarte. No tienes por qué resignarte a vivir con las consecuencias o los problemas potenciales de las emociones pasadas.
¿Te has dado cuenta de que el cuerpo guarda su propia memoria, y tiene una manera muy especial de ir dándonos señales sobre los conceptos o las vivencias que lo envenenan y no le permiten vivir con armonía?
Hay algunos estudiosos de la salud que se empezaron a percatar de esto, y es así como fueron sistematizando un esquema de enfermedades relacionadas con diferentes emociones, entre ellas, la ira, por supuesto.

La emoción como maestro

Según La enfermedad como camino, un interesante estudio de los investigadores alemanes Thorwarld Dethlefsen y Rudiger Dahlke, hay muchas enfermedades que se derivan de no encauzar adecuadamente el enojo, tales como las varices, la pancreatitis, problemas de vesícula, de hígado, de estómago, dermatitis, etc.
Es comprensible que existan diversas enfermedades relacionadas con ello, pues cuando sentimos enojo -ya sea que lo expresemos o lo reprimamos- todo el cuerpo se tensa, la sangre circula con mayor lentitud, la bilis se derrama, se alteran los sistemas cardiovascular, hormonal y nervioso, hay un descontrol en la presión arterial, así como en la frecuencia cardíaca, y también se altera la actividad cerebral de los lóbulos frontal y temporal. Imagina que esto ocurre varias veces al día, que sucede varias semanas, meses, años... y entonces el cuerpo tiene que guardar este desorden una vez tras otra sin tener una forma de liberar ni armonizarse.
No está mal sentir enojo, miedo, incertidumbre, tristeza ni ninguna emoción, pero es importante darle cauce, salida, dejar que se vaya, que no permanezca en nosotros para lastimarnos a corto, mediano o a largo plazo.

Aligérate

Cierto, calmar nuestra mente y cambiar de actitud es el primer paso ideal para detener el daño que hacemos a nuestro organismo, pero ya existe una vieja energía atrapada en los órganos y sistemas. Por ello es conveniente que tu cuerpo se acostumbre a la posibilidad de liberarse de los núcleos de emociones reprimidas o acumuladas que le han hecho daño.
No basta con "pensar" para sanar por completo a nuestro, sino es necesario valernos de los sentidos, hacer catarsis o liberación en voz alta o con ejercicios físicos que pongan en movimiento las emociones acumuladas.
Si tú creaste la emoción y forma parte de tu organismo, tú puedes transformarla con movimiento. Si quieres saber más, puedes ver este proyecto en génesis:  Aligérate .Si lo deseas puedes colaborar con esta faceta del proyecto de Las trece vidas de Cecilia o en su caso difundirla entre tus contactos.
Gracias y seguimos en contacto. Bendiciones.

viernes, 12 de octubre de 2012

La fuerza

Últimamente he estado conociendo historias de mujeres: Son mujeres que son fuertes, que luchan, que no dejan de intentar, que se preocupan por su gente, que quieren mejorar. Pero también detrás de eso existe un discurso ontológico subyacente: Somos fuertes pero sufrimos por tener que ser fuertes. Somos fuertes pero nos enojamos por tener que ser fuertes. Somos fuertes porque la debilidad de los ho
mbres nos obliga a ser fuertes. No entienden que todo lo que les pasa en la vida ha sido planeado por ellas mismas para crecer como seres humanos, enriquecerse emocionalmente y crecer. Creen que las han obligado a sacar su fortaleza. Nada más alejado de la realidad. Estas mujeres no se dan cuanta que cuando dan a luz las mujeres están solas: Pueden estar rodeadas de familiares, médicos, etc, pero al final, la única que esta ahí haciendo la labor de parto son ellas. Si esto es cierto, por qué se victimizan tanto porque no hay un hombre o el hombre que hay no es lo suficientemente fuerte o solidario o ambicioso? ¿Desde cuándo les han solicitado un hombre para pasar un examen profesional? Ahí también estuvieron solas (nadie podría contestar en su lugar) y lo hicieron bien. Amigas, no abarquen este problema desde el punto de vista de la soledad. Si llueve en su vida, no piensen que las obligan a pasar por eso, mejor véanlo desde un punto de pista lúdico y retador. Los hombres servimos para disfrutarnos, nada más para eso. No estamos aquí para ayudarlas. Sólo estamos aquí para ser tiernos y ofrecerles de vez en cuando otro tipo de visión sobre el mismo tema. Estamos aquí para ser sus compañeros, sólo eso.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Me gusta regresar

Me gusta regresar a la India, donde un sacerdote del infierno siempre me bendice y saludo a mi hermano con un sonrisa mientras pide dinero frente al río ganges.

Me gusta regresar a a San francisco donde todo está a la mano.

Me gusta regresar al sur de China, donde la gente no sabe que es feliz porque cada minuto de trabajo es uno de gozo y el adolescente, mi adolescente vierte agua junto al río sabio mientras pedalea su vida.

Me gusta regresar a Singapur para ver a mi niño interno sorprenderse con el fuego en el cielo, tomar mal café y aprender del presente.

Me gusta regresar a Argentina con sus arboles cruzados por sus copas arropando las calles, caminar interminable y tomar buen vino.

Me gusta regresar a Canadá donde dios saluda de a poco, muy suave y desde el cielo.

Me gusta regresar a Malasia donde al paraíso le dicen isla y los musulmanes alaban a dios a través de la paciencia.

Me gusta regresar a Tailandia donde te puedes subir a los lomos de casi todo.

Me gusta regresar a Japón donde todo está en orden y los budistas...son mayoría.

Me gusta regresar a Bolivia donde reviso mi vida en el lago Titicaca .

Me gusta regresar a Perú donde vive mi madre donde termina el camino de Inca y la sabiduría de las montañas de Ollantaitambo suda hacia el pueblo inmisncuyéndose en mi escepticismo.

Me gusta regresar al Chile donde la madre teresa de calcuta no tiene trabajo y el corazón de los hombres hace que yo flote en el desierto.

Me gusta regresar a Guatemala y a sus lagos entre volcanes y a vivir en chozas.

Pero más me gusta regresar al Ajusco donde la chispa de dios me saluda diario, jugamos con el perro y tomamos buen café.





martes, 7 de agosto de 2012

La necesidad del sufrimiento


-¿El sufrimiento en mi vida es necesario?
-Sí
-¿Es la única forma de crecimiento?
- No
-Entonces, el sufrimiento es la mejor forma de crecer?
-No
Imaginemos que eres dueño de un automóvil y que te has propuesto salir a manejar diariamente. Todos los automóviles tienen varias velocidades. Imaginemos que la primera velocidad representa los momentos más difíciles de tu vida, que la segunda representa menos dolor, la tercera aún menos, en la cuarta casi no hay dolor y en la quinta no hay. Imaginemos que el auto representa tus actividades cotidianas: qué estudiaste, en qué trabajas, cuanto ganas, en dónde vives.
La ciudad representa tu marco conceptual actual: tus paradigmas (creencias), lo que crees que es importante y lo que no crees que sea importante. También definen cuánto tráfico encuentras en la ciudad. Entre más tráfico tenga tu ciudad, más lento andarás y lo más importante: Tendrás que usar las velocidades inferiores de tu auto con mayor frecuencia. Como veras, no tiene muchos caso cambiar de carro. Cuando más, te sentirás más cómodo en el tráfico.
Ahora imagina un lugar dónde casi no se usan las primeras velocidades. En este lugar existen tramos en los que puedes ir con la quinta velocidad casi todo el tiempo. En ocasiones, sí tendrás que usar la primera, segunda y tercera, pero sólo para tomar impulso. Ese lugar se llama carretera o, incluso, autopista.
¿Ahora, cómo llego a la carretera? Simple pero arduo: cambia tu marco conceptual, ergo tus paradigmas.
Existe una maravillosa aventura ahí afuera: un lugar donde puedes ir a toda velocidad sin importar qué auto tengas. Un camino que te llevará a paisajes que nunca has visto desde tu ciudad. No porque no la veas, no existe. Ve, compra un traje de baño y sala buscar un lugar donde hay brisas en el rostro todo el tiempo y agua juguetona a tus pies. Te aseguro que también te divertirás en el camino.

viernes, 27 de julio de 2012

No le temas a la oscuridad



¿Existe la sombra? Sí. ¿Existe la luz? Sí. ¿Son equivalentes? No.
Pensemos en una puerta hermética que divide un cuarto. De un lado de la puerta existe la mayor de la oscuridad y del otro la luminisidad completa.
Ahora abrimos la puerta hacia un lado y al otro. Por más pruebas que realicemos la luz siempre iluminará al cuarto oscuro. Bajo ninguna circustancia la oscuridad se introducirá en el cuarto luminoso. ¿Por qué, apesar de que ya sabe esto, sigues revisando la chapa de la puerta sólo para asegurarte que la sombra no entre? Bueno, es una broma cósmica.
La oscuridad sólo es la ausencia de luz. Es una manifestación que existe únicamente cuando no existe luz. Veamos ahora algunos atributos de esta oscuridad:
  • Es ignorante
  • Es rabiosa
  • Es ciega
Pensemos en ella como un toro. Es un toro ciego, ignorante y rabioso y sólo existe porque en ese momento, donde vive, no hay luz.
¿Es peligroso? Sí.
¿Puede hacerte daño? Sí.
Imagina que como parte de tus diseños para esta encarnación decides en un momento de tu vida estar en un lugar donde hay poca luz. No es completa la oscuridad por el simple hecho de que tú te encuentras ahí y con tu luz interna iluminas las inmediaciones de tus pasos. Ahora, te encuentras con el monstruo frente a frente. Como el toro es ciego, no ve tu luz y solamente te puede localizar por medio del oído o del olfato. Si te mueves, te escuchará y tratará de embestirte. Si sientes miedo te localizará a través del olfato: tu adrenalina impregnará el aire.
En este punto tienes dos alternativas: La primera es luchar, pelear por tu vida. La táctica es lo de menos. Querido lector, ahora te presento el cambio de paradigma: esa lucha no es necesaria.
La segunda alternativa es caminar tranquilamente hacia afuera del ruedo. No hay ruido en tus pasos, no hay miedo en el aire, no hay disposición a pelear. La sombra no te localiza, la lucha no sucede y tu vives libre del miedo a que un día la sombra te atrape. ¡Que concepto!
Te preguntarás qué hay de los seres humanos que viven de la sombra. Dentro del proceso de libre albedrío esas almas han decidio experimentar el uso de esa fuerza oscura. Pero sólo es parte de un juego, sólo es un experimento. Dentro de su papel, su personaje alimentará a la bestia y la cuidará. Para cumplir con su papel, se encargará de hacer propaganda: como la bestia es ciega, rambiosa e ingnorante, deben gritar a todos los vientos que hay una bestia peligrosa. Si sientes temor, tus temores se harán realidad: la sombra te atacará y tratará de matarte... pero sólo en ese caso.
No somos el premio en un lucha entre el bien y el mal. Confía en tu luz, conéctate con tu parte más sabia y camina tranquilamente fuera de esa experiencia que ya no necesitas. Recuerda, somos maestros encarnados con un plan, con una estrategia diferente en cada encarnación y con un sólo propósito: el regocijo de la expansión haciendo conocido lo desconocido.

viernes, 13 de julio de 2012

Nuevo sitio WEB

Hola que tal. Les presento un nuevo sitio Web donde se presentan herramientas para el crecimiento interior y cambio en la vida cotidiana. La dirección es: Las trece vidas de cecilia

lunes, 2 de julio de 2012

¿Por qué hay gente mala en el mundo?


Imagina que te presentan a un niño pequeño. Tiene un rostro similar al tuyo: la mirada, el parado, la sonrisa. Compartan múltiples características, tanto físicas como emocionales. Casi adivinas el nombre antes de que te lo digan.  Después que los presentan te explican las reglas de un juego en el que tu previamente pediste participar:

Debes educar a esta pequeña criatura para que se convierta en el mejor presidente de México en toda su historia.

Sí, las instrucciones son un poco escuetas, pero todo juego tiene pocas reglas.

Te quedas pensando un momento y después decides que la mejor manera de asimilación del aprendizaje es a través del enriquecimiento vivencial. Decides que para ser el mejor presidente en la historia del país,  necesita conocer a todos los tipos de ciudadanos que tiene México: desde lo más sombrío a lo sublime, de la escases a la abundancia, de la desesperación a la levedad.

Basándote en estas primicias, decides que primero viva un tiempo en los lugares donde se encuentran las emociones primarias: odio, sufrimiento, traición, hambre, abandono, escases. El plan es que conozca esas emociones primero para después conocer, siempre poco a poco, a sus emociones, digamos, contrarias. Es un tipo de pirámide. En su base se encuentran las pasiones, en medio las emociones y después las certezas.

Para hacer el proceso más eficiente, decides que viva en esos lugares no como el futuro presidente sino como uno más de los que viven ahi. Bajo el mismo techo. Compartiendo los bocados del aire. Con necesidades y temores idénticos. Para hacerlo es necesario que pierda parcialmente la memoria, si no, no sería auténtico el proceso acuerdan los dos. Con un toque de livianidad, te parece que lo mejor es que una parte de él recuerde los sucesos para que poco a poco pueda decidir con sabiduría hacia donde desea ir a continuación.

Ahora imagina que decides que lo mejor es utilizar una encarnación, una vida, para cada episodio de aprendizaje y que lo mejor es que ese pequeño niño analice junto contigo lo que recién vivió y juntos analicen el cajón de emociones que desean explorar cada vez que haya terminado una encarnación.

Le explicas al pequeño el plan. Entre los dos lo analizan. Le preguntas si está de acuerdo. Te dice que sí. Después le preguntas si está seguro: Se le olvidará quién es, de dónde viene, no sabrá mientras se encuentre en medio de una encarnación que esto es un juego.  Pasará frio, hambre, dolor. Sobre todo en las primeras encarnaciones.  El niño levanta la vista y ves en sus ojos sabiduría y alegría. Te dice, ahí, en ese mundo que me cuentas, pasan cosas extraordinarias y yo, no me lo perdería por nada.

En la última escena te encuentras al borde del universo junto con el muchacho para su primera encarnación. Han decidido que sea  antropófago y morir joven a causa de una enfermedad gastrointestinal. A los dos les parece una gran idea que primero aprenda que no es tan buena idea andarse comiendo a los dos. Con una gran sonrisa, tu muchacho, simbólicamente, se lanza hacia el mundo mientras tú le sigues con la vista sintiendo sólo admiración y respeto.

Hasta ahí dejamos esta historia, sólo agregamos estas preguntas para usted querido lector:

-      ¿Cambiaría la historia si el objetivo del juego no fuera ser el mejor presidente de México sino otro?
-      ¿Cuál cree usted que podría ser el verdadero objetivo del juego?
-      Cómo se modificaría la historia si se supiera que ambos personajes tienen el mismo rostro?

-   Cómo se sentiría usted si fuera posible preguntar cúal es el plan general para su encarnación actual?

miércoles, 23 de mayo de 2012

El ser superior

Qué podía decir cuando te vi por primera vez: Yo meditaba con un canción tranquila, se terminó y comenzó una ritmica. Me quedé en la meditación disfrutando cuando te vi. Bailabas al compás de la música, tenías mi rostro. Comncé a llorar. Era cierto. El dios que le detuvo a Abraham su mano, el de la zarza ardiendo, el de Elías, el de Jacob, bailaba divertido, tal vez un pco torpe delante de mí disfrutando la música. De tantas maneras qque había para hcerlo escoge la más liviana y casual. Ahí pedí por primera vez que en milápida se escribiera que había aprendido a no tomarme las cosas tan en serio. Dios baila para mi y además confirma la leyendza al mismo tiempo. Qué podía decir cuando vi que tenías mi rostro? Qué afirmación era pertinente cuando supe que la leyenda de San Pablo era cierta? Yo lo comprobe en un parque de Atzcapotzalco mientras me veía y moviendo los hombros.

Por eso te mandé decir que si llevabas el timón de mi barca, yo siempre continuaría remando.

Años después, me contestaste:

¿Qué crees que siente un padre la primera vez que su hijo más amado voltea la cabeza buscándolo?
¿Qué crees que siente el creador cuando su criatura dice que confía en ti?
¿Qué crees que sentí cuando te reias y decías que sabías lo que yo hacía?


Dejo estos testimonios como flores blancas en un altar de parte de un dios encarnado , un verbo hecho carne habitando anonimamente - a veces incluso para él- en la ciudad. El citadino mistico.


miércoles, 9 de mayo de 2012

God


GOD
  
In the ancient days, when the first quiver of speech came to my lips, I ascended the holy mountain and spoke unto God, saying, "Master, I am thy slave. Thy hidden will is my law and I shall obey thee for ever more."

But God made no answer, and like a mighty tempest passed away.

And after a thousand years I ascended the holy mountain and again spoke unto God, saying, "Creator, I am thy creation. Out of clay hast thou fashioned me and to thee I owe mine all."

And God made no answer, but like a thousand swift wings passed away.

And after a thousand years I climbed the holy mountain and spoke unto God again, saying, "Father, I am thy son. In pity and love thou hast given me birth, and through love and worship I shall inherit thy kingdom."

And God made no answer, and like the mist that veils the distant hills he passed away.

And after a thousand years I climbed the sacred mountain and again spoke unto God, saying, "My God, my aim and my fulfilment; I am thy yesterday and thou art my tomorrow. I am thy root in the earth and thou art my flower in the sky, and together we grow before the face of the sun."

Then God leaned over me, and in my ears whispered words of sweetness, and even as the sea that enfoldeth a brook that runneth down to her, he enfolded me.

And when I descended to the valleys and the plains, God was there also.

viernes, 27 de abril de 2012

La inutilidad de recordar

Todos atesoramos memorias en nosotros. Momentos agradables y dolorosos. Momentos aparentemente intrascendentes y otros de la mayor relevancia.  En ocasiones, incluso pensamos que esos momentos nos definen o marcaron una definición en otras vida.

Sin embargo,  los recuerdos tienen tres atributos que los hacen severamente cuestionables:


Imaginemos un escenario de recuerdo: Estamos en una fiesta bailando, damos el salto perfecto, en el
momento justo con la fuerza exacta. Cuando aterrizamos en el piso escuchamos un murmullo de
admiración de todos lo invitados al festejo. Terminamos de dar la última vuelta y escuchamos los
aplausos de nuestro auditorio que para estas alturas esta arrobado por nuestra ejecución.

Sin embargo, para otro asistente a la misma fiesta, nuestra pareja de baile ejecutaba muy mal los
movimientos, perdió inmediatamente el interés en la que estaba pasando y nunca prestó demasiada atención. Giró un momento la cabeza para localizar la justificación a unos aplausos que escuchó , pero no vio  nada porque su ubicación le impedía ver a los que bailaban.

Aquí hago una pausa y pregunto: Cuál de los dos recuerdos es el verdadero? . Los dos tal vez podríamos decir, pero también podríamos decir que el mío es el más relevante por ser más significativo. El sólo hecho de cuestionarse o al menos considerar una respuesta vuelve "pantanoso" el recuerdo porque no sabemos cuál es el verdadero "recuerdo verdadero" de la fiesta.

Ahora pensemos que mi recuerdo es el único valido porque es lo que me pasó a mí. 

Partiendo de esa primicia imaginemos que 20 años después de la fiesta me llega un vídeo de recuerdo. Sí, se que el correo el malo, pero exagero a propósito. Me preparó para revivir la estupenda actuación que SE que tuve en esa fiesta. Cuando comienza el vídeo veo una persona que se parece a mi, que baila horrible, que da todos los pasos con extrema rigidez y que en algún punto estuvo a punto de caerse y por eso el público lanzó un grito contenido. Al terminar el número es obvio que los aplausos fueron un reforzamiento positivo a mi sobrada torpeza.

¿ Entonces, qué recordé por 20 años?.Sólo porque lo sentí así, pasó así?. Mi interpretación de los sucesos en la fiesta llevaron a que  por 20 años recordara de una forma incorrecta lo que había pasado. Nunca me percaté y.... ¿qué hubiera pasado si hubiera tomado decisiones basadas en ese supuesto recuerdo?.  Y sí hubiera dejado de hablarle a un amigo que hubiera criticado mi actuación sólo porque yo la recordaba diferente?

EL vídeo también evidencia otro atributo de los recuerdos: Cada vez que recordamos cambiamos la naturaleza del recuerdo. El cerebro almacena los recuerdos cuaticamente. Es decir, cada vez que "observamos" nuestros recuerdos los modificamos. Es como un cajón donde almacenamos un evento: Ese cajón se encuentra lleno de miles de pequeños fragmentos que al unirse constituyen nuestro recuerdo, nuestra visión de cómo pasaron las cosas. El asunto estriba en que el cerebro "saca" esos fragmentos para presentarlos como una imagen y después los regresa al cajón , pero ligeramente cambiados. Un minúsculo detalle una vez, otro detalle la siguiente, un color, un aroma, un gesto. Cada vez es algo diferente, pero el cerebro no se da cuenta. Cuando vuelve a abrir ese cajón de recuerdo asume que todo lo que está guardado ahí se encuentra en el orden correcto: lo saca para mostrarlo, lo usa y lo vuelve a guardar: cambiando de nuevo "pequeños detalles".  Yo fui cambiando mi versión de los pasos que dí, las vueltas, las caras, los vestidos a mi alrededor, los trajes, la comida, los tonos del color de los manteles.Cambié mi estado de ánimo, el de mi pareja, lo que me preocupaba y lo que no en ese momento. Tantas cosas que yo tenía con otro matiz y que ahora el vídeo me restregaba en su verdadera naturaleza sin pudor.

Entre más antiguo es un recuerdo más "manoseado" se encuentra y por tanto es más impreciso, por decir lo menos. 

Así que mis recuerdos pueden no serlo después de todo. Eso es muy refrescante con respecto a los malos, pero qué hay de los buenos?, tampoco los poseo?

Bueno, los buenos no son tan buenos o menos buenos. Sólo puedo asegurar que no pasó exactamente lo que crees que pasó.

Pero digamos que decides seguir recordando. Eso te llevará al sufrimiento porque si son malos revivirás un episodio que ya no corresponde pero que traes de vuelta y te hace sufrir. Si el recuerdo es bueno también sufrirás porque ese episodio no te está sucediendo en este momento, ya se fue, no está aquí. 

Recordar es cargar peso muerto del cadáver de otra persona.  Nada de lo que traes cargando ("bueno" o "malo") es tuyo, porque ahora, hoy, en este momento, eres otra cosa, con todas las posibilidades disponibles, 360 diferentes posibilidades si te gusta un número. Y tienes la oportunidad de ser lo que quieras, siempre que no traigas "pasajeros con otros rostros"



jueves, 29 de marzo de 2012

Que no me confundan, los retos de la autoestima

Se han dando cuanta que constantemente tratamos  no ser confundidos?. nuestros hábitos, la ropa que usamos, las posesiones materiales, nuestras verdades místicas o axiomas callejeros: todo lo integramos, conservamos y atesoramos en pos de una meta: que no nos traten diferente a como deberían tratarnos.

Pasa en todos los niveles de abundacia, educación y avance espiritual. No importa si estamos más arriba o abajo. De todas maneras nos esforzamos porque la gente sepa (tacita o explicitamente) quienes somos para conocer así de antemano la forma en que los demás nos tratarán.  "Como te ven te tratan" ; diganme si conocen a alguien que No viva en la práctica esta frase.

¿Qué pasa cuando no nos tratan como deberían tratarnos?¿Qué sucede cuando "nos confunden" y los demás se relacionan con nosotros de una forma "incorrecta" de acuerdo a lo que nosotros hemos proyectado que somos?

Lo que sucede es que sufrimos. Nos sentimos humillados. Soy arquitecto y me trataron como oficial de obra, o soy oficial de obra y me trataron de peón , o soy peón y me trataron como si no supiera nada de construcción. Esta simbología puede aplicarse a cualquier estratificación social. Todos nos esforzamos para que  no nos confundan; pero, resulta que cada vez en tanto nos confunden.

Nos sentimos humillados cuando esto pasa porque tenemos desubicado nuestro centro del autoestima. El lugar en donde descansa nuestro valor. Lo hemos colocado en el esfuerzo o en la abgenación o tal vez en el automovil o en unos hijos cuasi perfectos. No importa donde se encuentre colocado. De cualquier forma algun día una persona "cusualmente" nos confundirá exactamente en el punto de base de nuestra autoestima. Entre más te sientas humillado por lo que pasó significa que una proporción mayor de autoestima se encuentra basada  en ese hecho.

"Te trataron como si no fueras licenciado". Pues he ahí el punto en donde tu autoestima se encuentra más asentada. Crees que vales porque eres licenciado. O tal vez fue que te trataron como si no fueras decente u honrado.

Como comenté, los ejemplos son infinitos.

Es triste basar la autoestima. No hay forma de  que la adherencia entre lo que tu crees que te da valor y la verdadera autoestima permanezca. Entre otras razones porque siempre habrá alguien con mayor avance espiritual que tu o mejor auto, o más educación o menos problemas, o hijos más hermosos, o más educados. ´
La autoestima no debería estar basada en nada porque nada la produce. Nada la refuerza ni tampoco la destruye. Sólo son juegos de la mente. La autoestima ahí esta siempre, incolumne. Sólo se modifica nuestra relación con ella. Tener o no tener algo no te baja o sube la autoestima ni tampoco hacer o no hacer ejercicio te la refuerza o destruye. Sólo modifica qué tan fácil o difícil para ti es conectarte con ella, reconocerla dentro de tí. Saber que una parte de esa fuerza eres tu mísmo.

¿De donde surge la autoestima? Del ser. Todo trabajo espiritual o de reconocimiento o crecimiento espiritual lleva a dos procesos: la curación de la relación con nosotros mismos y la conexión con el ser. El ser no se ha modificado ni lo hará nunca.

Una cosa puedo prometer: Cuando se haya curado la conexión de la relación con el ser (contigo mismo ) no te interesará saber cuanta autoestima tienes porque tu serás la autoestima.









viernes, 9 de marzo de 2012

Al trabajo con el ser superior


Abre los ojos, primero intenta saber si todavía esta dormido. Parece que sí. Os sueños son muy escurridizos. Los han llevado a otros planetas. A tomar por la cintura a su mujer para llevarla a pasear. Pero también ha estado en cárceles, lo han perseguido, varias veces ha muerto. La ultima vez sintió cómo se desprendía de su cuerpo en un parto al revés. Esta vez quiere estar seguro que no habrá giros inesperados en la trama que a su subconsciente le gusta jugar cada vez que no tiene la fuerza para permanecer despierto. Parece que sí. No tiene ganas de levantarse. La vida es aburrida o estresante. Da de tumbos como pelota de pinball. Parece que comparten el mismo destino. Salvarse a ultimo momento, rebotes por aquí y allá; una pendiente de muerte inexorable. Demasiados problemas para hacer un par de puntos extras. Todo amasado en un tema. Tal vez de vaqueros o de salteadores, estrella de Futbol o de pobre a millonario. La engañada o el intelectual. Algo de música mientras juegas. Que sea a tono del momento por favor.

Ahora se masturba, no tiene caso levantarse. Piensa que todo el mundo es absurdo. Las pendientes o los pendientes, no recuerdo, lo son, las ilusiones, los hijos. Mis queridos apegos, que ilusos son. Piensan que poseemos algo. Si no estuvieran dentro de mi diría que son patéticos. El universo conspira para que tenga todo e inmediatamente después para que lo pierda. No veo razón para esforzarse. No me entusiasama ponerme mi ropa de trabajo e ir a sacar mierda. Que disfrute mi actividad me dice, que el presente. Ilusión, ignorancia. El desapego cuesta demasiado: parece que sólo te vuleves libre para subir otro escalón y colocarte otras cadenas ¿Por qué ansío?. Por qué dios no me quita las ganas de poseer pero deja que me aburra?, por qué parece que mi vida sólo consiste en curarme de pasados ilusorios tormentosos?. ¿De qué nos sirve el conocimiento si nos asila?, ¿Por qué tantos parecen estar tan conformes que no buscan más?

Se serena, sube la rodilla derecha lento, después la izquierda. Respira, sereno. Primero me dio mucho gusto saber que estabas ahí, que tenía un creador, alguien que consecuentó mi existencia para darse un pequeño gusto. Después me di cuenta que no estabas afuera, sino dentro. Varías veces dejé de respirar porque te sentía. Mi cabeza salía proyectada hacia arriba y adelante al dejarme sentir, un poco, sólo un poco de tu naturaleza. Alguien me dijo que tu y yo compartíamos los mismo dedos. Que bastaba con colocar mis palmas frente a las tuyas para comprobarlo. Un tiempo quise ser como tu.. Que fuera difícil distinguirnos uno del otro. Otra veces dije que mientras tu dirigieras mi barca, yo seguiría remando. Llegue a verte en el pesero, o tal vez sonreías coqueto desde otro automóvil. Que el creador dentro de mí, tiene el mismo rostro que yo me sigue pareciendo gracioso y tortuoso, dependiendo de mi humor. Yo nunca he podido crear nada. Alguna vez hice que las nubes se movieran. Como Pablo que vio su rostro cuando se preguntó por qué se perseguía. Se que te he reclamado, todavía lo hago cuando mi centro de autoestima se mueve basculoso. Qué soy el dios de Abraham me has dicho en ocasiones, en otras, te me quedas viendo juguetón y me provocas para jugar a pasarse las cosquillas. El dios cómico que no le importa nada. El que camina sin poner los pies en el suelo pero dejando baba del absurdo. El adolescente desparpajado que se pone a bailar conmigo diez minutos después que le he pedido un abrazo. Me cuentas lo que te conté o al revés, no te importa. Tu siempre me disfrutas me has dicho. Si pudiera hacer lo mismo. Por el momento me conformo con sorprenderme de las formas que eliges para recordarme tu presencia, aunque no entiendo tu amor todas las veces sí lo hago cuando dices que no me lo tome tan enserio. Tu te sigues riendo hasta que me es imposible contenerte. Sonrío quedito y voy subiendo. Mi receta afrodisiaca , mis ratos lúdicos, si soy tu gula, me quedo con eso.

Mi amado dios, el que me ha creado y me ha dado vida, despierta dentro de mi la pasión por saber, devuélveme mi poder para continuar este viaje, este sendero de iluminación, dame sabiduría para crear lo que necesito y la paz de que ya se logró, para que yo sólo me quedé ahí y me sienta amado. Mi amado dios, el cambio ha sido una fruta amarga, pero fue sólo mi miedo, bendíceme creador, has que se manifiesten dentro de mi las grandes virtudes de las cuales seré digno, bendice mi cuerpo, cambia mi vida, libera mi vida de mis ilusiones para que mi aventura pueda comenzar. Has que te reconozca en mi vida cotidiana y que me maraville de tu presencia. Yo haré lo mejor que pueda.
Termina de arreglarse, ya se bañó y preparó. Abre la puerta de su departamento y todo lo que ve se parece a la pantalla de alta definición de los nuevos televisores. Sonríe levemente, es su pequeño secreto. Ver la vida con más nitidez que antes. Parece tan real, dice mientras corre para que no lo deje el camión rumbo al trabajo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Cuestionando los paradigmas


Un Paradigma es algo que pensamos que es verdad. Una estructura de pensamiento acerca del mundo. Es un modelo de comprensión del medio ambiente y de nosotros mismos en un tiempo determinado. Los paradigmas brindan seguridad porque nos dan una explicación del por qué suceden las cosas.
Pero, ¿qué pasa cuando no cuestionamos nuestros paradigmas?. Pues estos se vuelven verdades automáticas que en lugar de ayudarnos, nos limitan.
Por ejemplo:
  • Imaginemos que nunca se hubiera cuestionado que la tierra era plana o que el sol giraba alrededor de la tierra. También se decía que no era posible que el hombre inventara una máquina para volar. Ahora estás ideas nos parecen claramente erróneas, pero en su momento constituían bases inequívocas del pensamiento humano. Ahora veamos algunas ideas más: Se decía que era parte del orden natural de las cosas que la mujer fuera marginada de la vida social. También se consideró que las ideas de igualdad sin distingo de razas ponían en peligro la existencia de la sociedad ¿Qué hubiera pasado si no se hubieran cambiado estas ideas? ¿Cómo sería hoy el mundo sin las revoluciones de pensamiento en la física, en la mecánica o la geometría?

En nuestra vida cotidiana también tenemos una serie de paradigmas. Nos sirven porque dan un orden y sentido a lo que hacemos. También previenen que tengamos accidentes. La mayoría de los paradigmas son buenos para la vida cotidiana.

Los paradigmas se adquieren a través de la observación y la experiencia directa. Cuando vimos a nuestros padres hacer algo de una forma y no de otra, adquirimos una idea o conocimiento sobre cómo hacerlo. Al ir creciendo seguimos recibiendo “lecciones” formales e informales sobre cómo debemos hacer las cosas.

También recibimos ideas de cómo es el mundo. Si nuestros padres tenían una idea específica del mundo, es bastante probable que nosotros llevemos a nuestro interior esa misma idea; a veces sin saberlo.
Por ejemplo:
  • Si alguien que era importante para nosotros hacía gestos cuando aparecía una noticia sobre un tema social, lo más probable es que nuestra primera idea sobre ese tema sea de rechazo. No tuvieron que decirnos nada, nosotros aprendimos viendo la cara de esa persona importante que el tema no era agradable. ¿Cuantas cosas las aprendimos sin saberlo? ¿De cuantas ideas sobre el mundo nos hemos preguntado si debemos cambiarlas? ¿Cuantas veces hemos tomado un rumbo sólo porque es el conocido sin saber que existen otros más sencillos y gratificantes?

Desde lo simple hasta los pensamientos más profundos. Todo lo vivimos porque creemos que así debemos hacerlo. Esto NO necesariamente es así. Tal vez podríamos ahorrarnos mucho esfuerzo y sufrimiento si cambiamos la forma de hacer o de pensar sobre temas o acciones específicos.

En ocasiones no cambiamos nuestros paradigmas porque estamos en una zona de confort. Conocemos a fondo cómo hacer una tarea o sabemos como lidiar con una situación específica. Si nos ha funcionado, no es sencillo que nos sintamos motivados para cambiarlo. Como seres humanos tenemos una tendencia a dejar las cosas tal y como están porque lo desconocido incomoda o asusta.

Pero, ¿qué pasaría si por cambiar mejoramos?. ¿Tendríamos mayor disposición para hacerlo si pudiéramos ver los beneficios que obtendríamos?. Ahora un poco más allá: si nos doliera algo y ya nos acostumbramos al dolor, pero alguien nos dijera que podemos quitarlo para siempre, ¿lo haríamos?. ¿y si esa persona que nos dice que tal vez podemos estar mejor fuéramos nosotros mismos?

Dos historias:
  • Un amigo siempre manejaba hacía su trabajo por la misma ruta. Tenía que manejar alrededor de cincuenta y cinco minutos en las mañanas y otro tanto por las tardes de regreso a su casa. Llevaba haciéndolo por cinco años. Con el tiempo se había acostumbrado a la ruta. Conocía con detalle cada semáforo y esquina. Sabía donde de asentaba el tráfico y donde podía acelerar su automóvil. Cierto día, algo le dijo que valía la pena arriesgarse a tomar otra ruta. Tenía la opción de seguir la de siempre o de arriesgarse. Con un movimiento rápido de su volante se adentro fuera del sendero. Al principio iba muy contento, optimista. Después las cosas se complicaron. Las calles perdieron la familiaridad y se llenó el camino de curvas y cuestas. Se arrepintió. Pensó, ¿qué necesidad tenía de haber hecho esto?. Ojala no tenga problemas con el motor o una llanta. Pasaron 10 minutos más de incertidumbre antes de dar una última vuelta, casi en “u”, y darse cuenta que estaba muy cerca de su casa. El camino no sólo le había ahorrado un poco de tiempo, tenía el potencial de mejorar su calidad de vida al ahorrarle casi una hora de traslado de ida y otro tanto de vuelta.

  • Mi abuela era una fanática de la televisión. Empezó con las de blanco y negro, de bulbos. Después conoció las de color y a control remoto. Por último, se asombró con las de alta definición y que además eran ultra delgadas. Siempre se actualizó y disfruto de los cambios. Le parecía fascinante cómo avanzaba la tecnología. Con otras ideas no lo hizo. Le mortificaba que las mujeres se quedaran cada vez menos en casa y que no usaran falda todo el tiempo. En ocasiones me he preguntado si ella hubiera podido disfrutar más a su nieta, ahora una adolescente, si su pensamiento se hubiera abierto más a las nuevas formas de ver el mundo.
Que puedo hacer:
  • Cuestiona lo que haces y lo que piensas. Hazlo con tranquilidad, sin enojarte o estresarte. No te juzgues. Preguntate internamente dónde aprendiste a pensar o actuar así.
  • Averigua si hay otra manera. Investiga y explora otras formas de hacer las cosas y las diferentes ideas sobre ese mismo tema que existan. Te sorprenderás de la cantidad de opciones que existen. Si es posible, platica con las personas de donde viene la idea y pídeles que te detallen cómo llegaron a esas conclusiones. Tal vez los supuestos que se utilizaron sigan vigentes hasta el momento, o tal vez no.
  • Aplica los cambios que te parezcan adecuados. Incorpora poco a poco los cambios. No lo intentes de un día para otro. Ríete de ti si las cosas salen bien o salen mal. No es importante que te quedes o te vayas. Tampoco que pienses lo mismo o lo cambies. Lo importante es que adquieras la habilidad de cuestionar y adaptarte.
No creas que ya no estas en edad para cambiar tus conceptos sobre la vida. En un mundo que avanza constantemente, la marcada estabilidad de pensamiento a veces es un retroceso.
Uno de los paradigmas más difíciles de cambiar es el que se refiere a nuestra percepción de los demás. Es complicado cambiar la opinión sobre alguien: creemos que ya conocemos al otro, que sabemos cómo piensa y reacciona. Ante una situación específica, podemos prever con bastante exactitud qué va hacer y cómo va a hacerlo. Incluso, nos sentimos orgullosos de estas predicciones. Sin embargo, también existe un cierto dejo de tristeza. Una parte de nosotros quisiera que las cosas fueran diferentes. Pero, es imposible que obtengamos resultados diferentes si seguimos pensando exactamente de la misma manera.

Probablemente pienses que no tiene caso esperar una reacción diferente de los demás, pero qué pasaría si esa misma pregunta no la hiciéramos a nosotros mismos?, ¿sería posible que yo cambiara mi manera de actuar?

Además, lo que recibimos del mundo exterior no está relacionado necesariamente con las personas de quienes lo recibimos. Si sabemos que la persona que nos da un servicio siempre lo va hacer de mala gana, tal vez podamos cambiar eso. Sólo es necesario eliminar nuestra predisposición. No pasará mucho tiempo antes de que veamos un cambio de actitud en esa persona o que veamos que “casualmente” esa persona es sustituida por otra que nos atiende exactamente como nosotros pensamos que la primera podía habernos atendido. Eso es una garantía. Si cambiamos nuestros paradigmas sobre una persona, no pasará demasiado tiempo antes de que recibamos otro trato, ya sea por la misma persona o por otra. En cambio si creo que todas las mujeres o todos los hombres son de una determinada manera, ¿qué crees que me pase?

Trata de distinguir entre una estructura interna firme y un estancamiento de estructuras de pensamiento porque son dos visiones, de nosotros mismos, muy diferentes. Puedes estar orgulloso u orgullosa de tus convicciones y recetas de vida, pero tal vez debas cuestionar cuántas de ellas se sostendrían a sí mismas en otros contextos. Se necesita humildad para cambiar. Cuando no lo haces, implícitamente estas diciendo que sólo tu verdad es la mejor y por eso no quieres enterarte o tomar en serio otras verdades. Como si consideraras que cualquier otro punto de vista es inferior a lo que tu ya consideras como tu verdad. Si eres una rama firme, esta bien, pero si lo eres demasiado, te vuelves quebradizo, no soportarás mucho peso el siguiente invierno. En cambio, si sabes ser firme y flexible al mismo tiempo, cualquier estación del año será tuya: disfrute completo.

Hacer ejercicio te mantiene joven, cambiar paradigmas también. Todo tiene un grado de dificultad. Correr puede ser difícil, sobre todo al principio, pero la salud resultante es muy reconfortante. Los beneficios son mayores al esfuerzo: fortalece la autoestima y alarga tu vida. Tal vez lo mismo sea para el cambio de paradigmas.

Cerrando cliclos

Llega el discípulo y le pregunta a su maestro qué tiene que hacer ahora y el le contesta: Lo que no quieras hacer.

jueves, 19 de enero de 2012

Dependencia contra disfrute

La familia es el principal medio de interrelación que tenemos con la sociedad. Como nos llevamos con ella es como nos relacionamos con los demás.

Qué pasa con las familias en donde sus miembros se necesitan mutuamente? Pues fracasan, porque, al igual que con una pareja, las relaciones NO existen para necesitarse, existen SOLO para disfrutarse.

Si esperas que un familiar te ayude más de lo que esperas tu mismo ayudarte, estarás contribuyendo activamente a tu propia degeneración como persona, es decir, no serás feliz. No hay forma de que ganes.

Es lo mismo para la familia, la pareja y los amigos. No existen para crear una red de apoyo. NO EXISTEN PARA ESO.


sábado, 14 de enero de 2012

La verguenza social

Es imposible dejar a un lado la verguenza social. Podemos ver cómo aplicamos censura ante, prácticamente, cualquier estilo de vida. podemos decir que sí realizó esto pero descuida aquello. Lo hacemos con la mayor facilidad y ligereza. No sabemos los entramados de cada persona, pero sí nos damos la licencia de argumentar en qué aspectos sus sistema falla.

Lo hacemos así porque institntivamente estamos comparando nuestro propio sistema. No hay diferencia de género en este aspecto. Hombres y mujeres realizan este ritual de critica por igual. En todo caso cambia la cometología con que se realiza.

Si es imposible salir de la verguenza social, entonces que queda?