miércoles, 29 de agosto de 2012

Me gusta regresar

Me gusta regresar a la India, donde un sacerdote del infierno siempre me bendice y saludo a mi hermano con un sonrisa mientras pide dinero frente al río ganges.

Me gusta regresar a a San francisco donde todo está a la mano.

Me gusta regresar al sur de China, donde la gente no sabe que es feliz porque cada minuto de trabajo es uno de gozo y el adolescente, mi adolescente vierte agua junto al río sabio mientras pedalea su vida.

Me gusta regresar a Singapur para ver a mi niño interno sorprenderse con el fuego en el cielo, tomar mal café y aprender del presente.

Me gusta regresar a Argentina con sus arboles cruzados por sus copas arropando las calles, caminar interminable y tomar buen vino.

Me gusta regresar a Canadá donde dios saluda de a poco, muy suave y desde el cielo.

Me gusta regresar a Malasia donde al paraíso le dicen isla y los musulmanes alaban a dios a través de la paciencia.

Me gusta regresar a Tailandia donde te puedes subir a los lomos de casi todo.

Me gusta regresar a Japón donde todo está en orden y los budistas...son mayoría.

Me gusta regresar a Bolivia donde reviso mi vida en el lago Titicaca .

Me gusta regresar a Perú donde vive mi madre donde termina el camino de Inca y la sabiduría de las montañas de Ollantaitambo suda hacia el pueblo inmisncuyéndose en mi escepticismo.

Me gusta regresar al Chile donde la madre teresa de calcuta no tiene trabajo y el corazón de los hombres hace que yo flote en el desierto.

Me gusta regresar a Guatemala y a sus lagos entre volcanes y a vivir en chozas.

Pero más me gusta regresar al Ajusco donde la chispa de dios me saluda diario, jugamos con el perro y tomamos buen café.





martes, 7 de agosto de 2012

La necesidad del sufrimiento


-¿El sufrimiento en mi vida es necesario?
-Sí
-¿Es la única forma de crecimiento?
- No
-Entonces, el sufrimiento es la mejor forma de crecer?
-No
Imaginemos que eres dueño de un automóvil y que te has propuesto salir a manejar diariamente. Todos los automóviles tienen varias velocidades. Imaginemos que la primera velocidad representa los momentos más difíciles de tu vida, que la segunda representa menos dolor, la tercera aún menos, en la cuarta casi no hay dolor y en la quinta no hay. Imaginemos que el auto representa tus actividades cotidianas: qué estudiaste, en qué trabajas, cuanto ganas, en dónde vives.
La ciudad representa tu marco conceptual actual: tus paradigmas (creencias), lo que crees que es importante y lo que no crees que sea importante. También definen cuánto tráfico encuentras en la ciudad. Entre más tráfico tenga tu ciudad, más lento andarás y lo más importante: Tendrás que usar las velocidades inferiores de tu auto con mayor frecuencia. Como veras, no tiene muchos caso cambiar de carro. Cuando más, te sentirás más cómodo en el tráfico.
Ahora imagina un lugar dónde casi no se usan las primeras velocidades. En este lugar existen tramos en los que puedes ir con la quinta velocidad casi todo el tiempo. En ocasiones, sí tendrás que usar la primera, segunda y tercera, pero sólo para tomar impulso. Ese lugar se llama carretera o, incluso, autopista.
¿Ahora, cómo llego a la carretera? Simple pero arduo: cambia tu marco conceptual, ergo tus paradigmas.
Existe una maravillosa aventura ahí afuera: un lugar donde puedes ir a toda velocidad sin importar qué auto tengas. Un camino que te llevará a paisajes que nunca has visto desde tu ciudad. No porque no la veas, no existe. Ve, compra un traje de baño y sala buscar un lugar donde hay brisas en el rostro todo el tiempo y agua juguetona a tus pies. Te aseguro que también te divertirás en el camino.