jueves, 29 de marzo de 2012

Que no me confundan, los retos de la autoestima

Se han dando cuanta que constantemente tratamos  no ser confundidos?. nuestros hábitos, la ropa que usamos, las posesiones materiales, nuestras verdades místicas o axiomas callejeros: todo lo integramos, conservamos y atesoramos en pos de una meta: que no nos traten diferente a como deberían tratarnos.

Pasa en todos los niveles de abundacia, educación y avance espiritual. No importa si estamos más arriba o abajo. De todas maneras nos esforzamos porque la gente sepa (tacita o explicitamente) quienes somos para conocer así de antemano la forma en que los demás nos tratarán.  "Como te ven te tratan" ; diganme si conocen a alguien que No viva en la práctica esta frase.

¿Qué pasa cuando no nos tratan como deberían tratarnos?¿Qué sucede cuando "nos confunden" y los demás se relacionan con nosotros de una forma "incorrecta" de acuerdo a lo que nosotros hemos proyectado que somos?

Lo que sucede es que sufrimos. Nos sentimos humillados. Soy arquitecto y me trataron como oficial de obra, o soy oficial de obra y me trataron de peón , o soy peón y me trataron como si no supiera nada de construcción. Esta simbología puede aplicarse a cualquier estratificación social. Todos nos esforzamos para que  no nos confundan; pero, resulta que cada vez en tanto nos confunden.

Nos sentimos humillados cuando esto pasa porque tenemos desubicado nuestro centro del autoestima. El lugar en donde descansa nuestro valor. Lo hemos colocado en el esfuerzo o en la abgenación o tal vez en el automovil o en unos hijos cuasi perfectos. No importa donde se encuentre colocado. De cualquier forma algun día una persona "cusualmente" nos confundirá exactamente en el punto de base de nuestra autoestima. Entre más te sientas humillado por lo que pasó significa que una proporción mayor de autoestima se encuentra basada  en ese hecho.

"Te trataron como si no fueras licenciado". Pues he ahí el punto en donde tu autoestima se encuentra más asentada. Crees que vales porque eres licenciado. O tal vez fue que te trataron como si no fueras decente u honrado.

Como comenté, los ejemplos son infinitos.

Es triste basar la autoestima. No hay forma de  que la adherencia entre lo que tu crees que te da valor y la verdadera autoestima permanezca. Entre otras razones porque siempre habrá alguien con mayor avance espiritual que tu o mejor auto, o más educación o menos problemas, o hijos más hermosos, o más educados. ´
La autoestima no debería estar basada en nada porque nada la produce. Nada la refuerza ni tampoco la destruye. Sólo son juegos de la mente. La autoestima ahí esta siempre, incolumne. Sólo se modifica nuestra relación con ella. Tener o no tener algo no te baja o sube la autoestima ni tampoco hacer o no hacer ejercicio te la refuerza o destruye. Sólo modifica qué tan fácil o difícil para ti es conectarte con ella, reconocerla dentro de tí. Saber que una parte de esa fuerza eres tu mísmo.

¿De donde surge la autoestima? Del ser. Todo trabajo espiritual o de reconocimiento o crecimiento espiritual lleva a dos procesos: la curación de la relación con nosotros mismos y la conexión con el ser. El ser no se ha modificado ni lo hará nunca.

Una cosa puedo prometer: Cuando se haya curado la conexión de la relación con el ser (contigo mismo ) no te interesará saber cuanta autoestima tienes porque tu serás la autoestima.









viernes, 9 de marzo de 2012

Al trabajo con el ser superior


Abre los ojos, primero intenta saber si todavía esta dormido. Parece que sí. Os sueños son muy escurridizos. Los han llevado a otros planetas. A tomar por la cintura a su mujer para llevarla a pasear. Pero también ha estado en cárceles, lo han perseguido, varias veces ha muerto. La ultima vez sintió cómo se desprendía de su cuerpo en un parto al revés. Esta vez quiere estar seguro que no habrá giros inesperados en la trama que a su subconsciente le gusta jugar cada vez que no tiene la fuerza para permanecer despierto. Parece que sí. No tiene ganas de levantarse. La vida es aburrida o estresante. Da de tumbos como pelota de pinball. Parece que comparten el mismo destino. Salvarse a ultimo momento, rebotes por aquí y allá; una pendiente de muerte inexorable. Demasiados problemas para hacer un par de puntos extras. Todo amasado en un tema. Tal vez de vaqueros o de salteadores, estrella de Futbol o de pobre a millonario. La engañada o el intelectual. Algo de música mientras juegas. Que sea a tono del momento por favor.

Ahora se masturba, no tiene caso levantarse. Piensa que todo el mundo es absurdo. Las pendientes o los pendientes, no recuerdo, lo son, las ilusiones, los hijos. Mis queridos apegos, que ilusos son. Piensan que poseemos algo. Si no estuvieran dentro de mi diría que son patéticos. El universo conspira para que tenga todo e inmediatamente después para que lo pierda. No veo razón para esforzarse. No me entusiasama ponerme mi ropa de trabajo e ir a sacar mierda. Que disfrute mi actividad me dice, que el presente. Ilusión, ignorancia. El desapego cuesta demasiado: parece que sólo te vuleves libre para subir otro escalón y colocarte otras cadenas ¿Por qué ansío?. Por qué dios no me quita las ganas de poseer pero deja que me aburra?, por qué parece que mi vida sólo consiste en curarme de pasados ilusorios tormentosos?. ¿De qué nos sirve el conocimiento si nos asila?, ¿Por qué tantos parecen estar tan conformes que no buscan más?

Se serena, sube la rodilla derecha lento, después la izquierda. Respira, sereno. Primero me dio mucho gusto saber que estabas ahí, que tenía un creador, alguien que consecuentó mi existencia para darse un pequeño gusto. Después me di cuenta que no estabas afuera, sino dentro. Varías veces dejé de respirar porque te sentía. Mi cabeza salía proyectada hacia arriba y adelante al dejarme sentir, un poco, sólo un poco de tu naturaleza. Alguien me dijo que tu y yo compartíamos los mismo dedos. Que bastaba con colocar mis palmas frente a las tuyas para comprobarlo. Un tiempo quise ser como tu.. Que fuera difícil distinguirnos uno del otro. Otra veces dije que mientras tu dirigieras mi barca, yo seguiría remando. Llegue a verte en el pesero, o tal vez sonreías coqueto desde otro automóvil. Que el creador dentro de mí, tiene el mismo rostro que yo me sigue pareciendo gracioso y tortuoso, dependiendo de mi humor. Yo nunca he podido crear nada. Alguna vez hice que las nubes se movieran. Como Pablo que vio su rostro cuando se preguntó por qué se perseguía. Se que te he reclamado, todavía lo hago cuando mi centro de autoestima se mueve basculoso. Qué soy el dios de Abraham me has dicho en ocasiones, en otras, te me quedas viendo juguetón y me provocas para jugar a pasarse las cosquillas. El dios cómico que no le importa nada. El que camina sin poner los pies en el suelo pero dejando baba del absurdo. El adolescente desparpajado que se pone a bailar conmigo diez minutos después que le he pedido un abrazo. Me cuentas lo que te conté o al revés, no te importa. Tu siempre me disfrutas me has dicho. Si pudiera hacer lo mismo. Por el momento me conformo con sorprenderme de las formas que eliges para recordarme tu presencia, aunque no entiendo tu amor todas las veces sí lo hago cuando dices que no me lo tome tan enserio. Tu te sigues riendo hasta que me es imposible contenerte. Sonrío quedito y voy subiendo. Mi receta afrodisiaca , mis ratos lúdicos, si soy tu gula, me quedo con eso.

Mi amado dios, el que me ha creado y me ha dado vida, despierta dentro de mi la pasión por saber, devuélveme mi poder para continuar este viaje, este sendero de iluminación, dame sabiduría para crear lo que necesito y la paz de que ya se logró, para que yo sólo me quedé ahí y me sienta amado. Mi amado dios, el cambio ha sido una fruta amarga, pero fue sólo mi miedo, bendíceme creador, has que se manifiesten dentro de mi las grandes virtudes de las cuales seré digno, bendice mi cuerpo, cambia mi vida, libera mi vida de mis ilusiones para que mi aventura pueda comenzar. Has que te reconozca en mi vida cotidiana y que me maraville de tu presencia. Yo haré lo mejor que pueda.
Termina de arreglarse, ya se bañó y preparó. Abre la puerta de su departamento y todo lo que ve se parece a la pantalla de alta definición de los nuevos televisores. Sonríe levemente, es su pequeño secreto. Ver la vida con más nitidez que antes. Parece tan real, dice mientras corre para que no lo deje el camión rumbo al trabajo.