martes, 11 de noviembre de 2014

Anarquistas y la fe

Leyendo las noticias sobre actos llevados acabo por anarquistas recuerdo uno de mis axiomas preferidos: todos actuamos con frecuencia en base a mecanismos de protección.
El espíritu anarquista refiere la negación de la autoridad, del gobierno; al rechazo de las reglas sociales preestablecidas por considerarlas innecesarias y aversivas. Estos muchachos rechazan a la sociedad y la forma en que la sociedad es, o al menos eso dicen.
El asunto es que podemos ver las características psico sociales - económicas de estos muchachos y fácilmente nos damos cuenta que más bien es al revés: La sociedad los ha relegado de ella. La sociedad no les ha proporcionado igualdad de condiciones (así lo ven ellos) para su desarrollo. La sociedad los ha marginado al no garantizar las mínimas bases para su bienestar. 
Así, es comprensible que estos muchachos se vuelvan anarquistas si lo vemos bajo la lupa del axioma que comento:
Ellos prefieren rechazar a la sociedad antes que reconocer el dolor que les implica que la sociedad los haya rechazado con anticipación.
Es como decir que "antes de que me digas que no me quieres, yo me voy de tu lado" 
Platico esto porque un mecanismo similar he observado en algunos de mis amigos que son ateos. Sin entrar en detalles de los beneficios que se obtienen al ser observantes (una mejor y más larga vida, por ejemplo) si es de notar las razones por las cuales son ateos: por supuesto que tienen razón mis amigos ateos cuando dicen que la religión es un mecanismo de culpa, de dolor, de vergüenza, de control social, de alineamiento. Sí, la religión puede tener en mayor o menor medida una dosis de lo que acabo de listar, pero no me refiero a la religión, me refiero a la creencia de la transcendencia, a la capacidad de sentir alegría sin que haya una razón externa para ello, a la sensación de sentido y de pertenencia, a la sensación de estar acompañado, a la capacidad de encontrar sentido a la vida cotidiana.
Algunos de mis amigos ateos son ateos por convicción, es decir, han llevado a cabo profundas reflexiones sobre lo que es y lo que perciben que es y han llegado a la conclusión que en este momento de sus vidas están mejor con esa posición. 
Algunos otros de mis amigos ha hecho exactamente las mismas reflexiones y llegado a las mismas conclusiones pero con la diferencia que ellos están conscientes que la soledad que les resultará de esas conclusiones es una magnifica oportunidad de probar sus propias fuerzas sin la ayuda de nadie.
Otros de mis amigos ha hecho las mismas reflexiones y llegado a las mismas conclusiones para ocultar que el fondo quisieran ser convencidos que no están solos, que hay un propósito en su vida y que esa benevolencia prometida por el ser místico seudo conocido también es para ellos. Creo que este grupo suele ser el más aguerrido, creo que es el más aguerrido porque es el que tiene más necesidad de que se le pruebe, sin el más asomo de dudas, que hay más después de su cuerpo y de su mente. Creo también que este grupo es el más numeroso de mis amigos ateos.
Al final, ojalá la sociedad pueda convencer a los muchachos anarquistas que sí se preocupa de ellos y que sí está cerca de ellos, pero , como varios de ustedes me refutaran, ese ejercicio parece estar más del lado de ellos que de la sociedad.

domingo, 19 de octubre de 2014

Trabajo interno

Les comparto una reflexión que escribí en el muro de Facebook:

Cuando anhelamos la paz interna o la prosperidad económica, o simplemente la sensación del buen camino de los demás, es un buen momento para hacer una recopilación de nuestro propio trabajo interno y ser muy honestos con nosotros mismos sobre lo que sí hemos hecho y lo que no hemos hecho. Cualquier grado de auto conocimiento tiene su propia recompensa, pero no pienses que cualquier grado de auto conocimiento te traerá lo que anhelas de los otros. Es decir, la envidia te hará identificar lo que hace falta pero si sólo te quedas con la envidia nunca te moverás de lugar.

viernes, 3 de octubre de 2014

martes, 3 de junio de 2014

¿Por qué la vida es difícil? Segunda herramienta: Lo mejor es enojarse



En el primer artículo de la serie nos planteamos  la siguiente pregunta:

¿Cuáles serían esas herramientas que necesito tener para  dejar que la vida se manifieste como es sin temor a que esa misma vida me asfixie? 

En el segundo artículo platicamos sobre la primera herramienta: “Para ir alegre en el mar embravecido”
Ahora platicaremos de la segunda herramienta. Tal vez en este momento comiences a considerar seriamente que el control sobre cómo te sientes está en tus manos implica un cambio de perspectiva tremendo. Puedes ver que la vida es como es y que el que tiene que cambiar o la que tiene que cambiar eres tú si deseas tener otra calidad de vida. Entendiéndose la calidad de vida como la capacidad de fluir con la vida sin necesidad de protegerse de ella.

Vamos a listar la segunda herramienta:
·         La segunda herramienta nos pide “tener la capacidad de expresar enojo, ya sea enojo del pasado o del presente, de una manera clara, coordinada y precisa

El pasado no puede cambiarse, pero sí podemos cambiar la forma en que nos sentimos con respecto al pasado.  Los acontecimientos que nos han sucedido en la vida tienen un propósito, pero, por un momento quisiera que te conectadas solamente con la emoción. Trata de conectarte con el enojo que sentiste en ese momento. No importa si ese enojo está o no está justificado. No importa si el enojo fue por una causa o razón que  no entendiste. No importa si en el presente entiendes las razones del enojo. La solicitud que te hago es que apagues un momento el intelecto y trates de conectarte solamente con el enojo. Digamos que el ejercicio es conectarte con el enojo en bruto, es decir, sin que medie ninguna clase de razonamiento a favor o en contra de la situación.

Ahora imagina que durante un episodio de tu vida se formo un pequeño lago de agua cristalina en el patio de tu casa.  El lago representa el enojo producido por ese episodio. No importa el motivo del enojo, el enojo existe, el agua está ahí en el patio trasero de tu casa.  Al principio el agua es cristalina pero al paso del tiempo comienza a tener la apariencia y el olor del agua estancada.  Como nos han dicho que el agua estancada es irracional o primitiva, en lugar de dejar correr ese líquido que ya no debería estar ahí, lo que la mayoría hace es guardar el agua descomponiéndose.

Cuando se encuentra guardada el agua continúa su proceso natural de descomposición. Después de un tiempo comienza a oler peor. La estrategia que la mayoría elige es la racionalización: figurativamente colocamos el agua en envases herméticos y después enterramos esos envases.

El asunto del agua no se ha solucionado pero al menos está “contenido”. Las  ideas  que utilizamos para justificar que nuestro enojo  se encuentre guardado  bajo tierra son parecidas a estas:

  • “¿Para qué mover el pasado?, eso ya pasó”
  • “Ahora entiendo la razón, por tanto no hay motivo para enojarme en este momento”
  • “Si me enojo atraigo cosas negativas así que prefiero pensar positivo que volverme a enojar por algo que no puedo cambiar”
  • “Si los demás se dan cuenta que continúo enojada o enojado por esa situación me tacharan de inmaduro o inmadura”
  • “Si me enojo me voy a meter en problemas así que mejor no lo hago”


Podríamos mantener eso indefinidamente si no fuera por un inconveniente: el universo te refleja siempre lo más profundo de ti.  Esto es, primero te reflejará en tu cotidianidad todo el enojo que tienes guardado y después te reflejará la personalidad y las ideas que tienes en la superficie. Así, no sirve de nada “estar en paz” o “comprender” en la superficie si en el fondo todavía te encuentras enojada o enojado en lo más profundo.

La tarea es sacar el agua que se encuentra estancada o enterrada. El objetivo es una sensación de libertad, de frescura, de levedad y de confianza que se obtiene después de reconocer que el enojo se encuentra ahí, respetarlo y después dejarlo ir.  El enojo debe sacarse de  una forma física y de una manera verbal.
Algunas directrices para realizar esta tarea son:

  1.        Sacar el enojo no implica que tengas que hablar con la persona que te hizo enojar. 
  2.        Sacar el enojo debe hacerse con el propósito de sanar y no de revanchismo.
  3.        Sacar el enojo físicamente consiste en realizar un acto expresando ese enojo de una forma que no lastime a nadie. Puedes por ejemplo golpear la cama con tus manos o gritar a todo pulmón en un sitio donde nadie te escuche.
  4.        Sacar el enojo verbalmente consiste en contar a un amigo con qué estás enojada o enojado. Pídele a ese amigo que no te de consejos ni que valore si el enojo es justificado o no, solamente que te escuche.
  5.        Por supuesto: va a oler muy feo al principio el agua que se va después de estar tanto tiempo estancada. No te asustes, déjala seguir, es para curar.
  6.        Sacar el enojo no significa que seas primitiva o primitivo, todo lo contrario.


Después de hacerlo con el pasado, podrás hacerlo con el presente. El objetivo es que te parezcas a un pato. Cuando están en el estanque los patos son muy apacibles. En ocasiones existe una fricción entre ellos. La pelea dura unos segundos y después cada pato por su lado se sacude. Un segundo después de sacudirse, el pato se encuentra completamente en paz. Su pasado ya no existe.

Otro ejemplo puede ser un niño de cuatro años que se acaba de caer de la bicicleta. Cuando se cae el niño llora desconsoladamente. Llora de miedo de dolor y de enojo. No está evaluando por qué se cayó o si debería haberse o no caído. Tampoco está pensando si  su enojo está o no justificado. Sólo llora. Tres minutos después se encuentra como si nada porque se dio el permiso de “dejar ir” esas emociones.

Date el permiso de enojarte para sanar. Date el permiso de no cargar el pasado (injusticias que sufriste, dolor que te causaron, metas no realizadas) como una justificación de tu comportamiento actual. Date el permiso de sentirte ligera o ligero.


Con la práctica te parecerá obvio  y fácil el proceso. Los demás se preguntarán cómo es que la vida parece ser más ligera a tu alrededor. Si alguno te pregunta de manera directa, dile que lo mejor… es enojarse.

jueves, 22 de mayo de 2014

De cada quien.


A continuación reproduzco una reflexión sobre mi percepción sobre una parte de la naturaleza humana que escribí en mi perfil de FB:

Reflexiono sobre una parte de la naturaleza humana. 

En determinados momentos de nuestra vida tenemos la necesidad d eun cambio. En ocasiones este cambio es sutil o radical. Todos sabemos que para obtener un cambio debemos provocar ese cambio, es decir, debemos actuar de manera diferente a como hemos venido actuando. Entre más saturados estamos de la experiencia actual, entonces más motivados DEBERÍAMOS estar para intentar algo diferente en nuestra manera de actuar y de pensar.

Una enfermedad es una buena experiencia de saturación: a cualquiera que ha tenido un dolor agudo le ha urgido un estado mejor de bienestar.
La pobreza económica también lo es: a cualquiera que le ha urgido un peso para comer, le ha urgido estar mejor.
Una serie de eventos desafortunados también nos satura y nos invita al cambio: a cualquiera que ha tenido meses de "mala suerte" le parece urgente encontrar un estado mejor en su vida.

¿Debería ser obvio no?

Pues no. No lo es. Cuando pedimos un cambio, la información de qué hacer y cómo hacerlo nos llega. Sin embargo, lo que la mayoría de nosotros hacemos es resistirnos a hacer algo diferente. La mayoría de las ocasiones sólo queremos cambiar un poco y que todo lo demás cambie para nuestro beneficio. La mayoría de las veces no estamos dispuestos a cambiar de manera profunda, completa, ontológica. La mayoría de las veces decimos ( a veces llorando y desesperados) que queremos cambiar pero en el fondo seguimos esperando que los demás cambien, que la vida cambie, que el cuerpo cambie, que los amigos cambien, que el jefe cambie...

Un porcentaje de amigos y amigas que conozco pide un cambio en su vida pero no está verdaderamente dispuesta o dispuesto a hacer o pensar diferente. Por el contrario, también soy amigo de un segundo grupo cuyos integrantes deciden "tomar el toro por los cuernos" lanzándose temerarios a lo nuevo, seguros que habrá un beneficio en su vida a pesar de no ver ese beneficio a simple vista.

Este segundo grupo vence sinergias muy profundas:

1.- La tendencia a permanecer en el mismo lugar a pesar de que ese lugar duele.
2.- La tendencia a seguir pensando igual a pesar de que ese pensamiento no los lleva a ningún lado.
3.- La tendencia a hacer responsable a los demás del estado de bienestar de cada uno.
4.- La tendencia a ser mejor persona a través del sufrimiento.
5- La tendencia a visualizarse como victima de las circunstancias.

Este segundo grupo, por el momento, es reducido. Pero estoy seguro que los que están en el primer grupo verán los beneficios en paz, tranquilidad, felicidad y abundancia que poco a poco consiguen los segundos y un día se sentirán tentados a preguntarle a los del segundo grupo cómo es que lograron sentirse tan bien con ellos mismos.

La decisión es de cada quien.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Para ir alegre en el mar embravecido: Primera herramienta








En el artículo anterior platicamos sobre las herramientas que pueden ayudarnos a percibir nuestra vida de forma liviana. La primera herramienta que es buena idea practicar se llama intuición. La intuición es la toma de decisiones que no se basa  en un pensamiento o en una sensación. Cuando tomamos una decisión lo hacemos normalmente por dos razones: emocional o  racional. Sin embargo existe una tercera razón para la toma de decisiones: la intuición.  No es un pensamiento, no es una emoción. Es una serie de ideas complejas que no llegan una después de otra, por el contrario, nos llegan en una sola vez.
La intuición es un proceso simple pero difícil de dominar. Es difícil dar instrucciones detalladas. Es como escribir instrucciones para andar en bicicleta. Puede decirse donde poner un pie u otro. Hacia donde mandar el equilibrio del cuerpo ya es un poco más difícil de explicar y la sensación de vaivén mientras estas aprendiendo todavía más. Sin embargo, vamos a intentarlo.
Cuando vamos en un automóvil en ocasiones tenemos la idea de dar vuelta a la izquierda o a la derecha. Esa idea no fue razonada ni emocionada. Sólo llego, por un momento y en una sola exhibición. Si nos ponemos a pensar por qué habríamos de tomar esa decisión ya no estamos actuando por intuición. Es decir, el razonamiento de la decisión no es ser intuitivos. Como la intuición llega de una sola vez, la ventana de oportunidad para tomar esa decisión basada en la intuición es muy estrecha. Digamos que es instantánea. Si dudamos entonces ya no estamos actuando con  intuición porque al dudar estamos en el razonamiento o  la emoción.
No nos confundamos creyendo que seguimos nuestra intuición. De hecho, los errores mientras aprendemos la intuición, serán en su mayoría  por creer que sí seguimos nuestra intuición cuando en realidad nuestra decisión fue razonada o emocionada y nosotros queremos creer que fue por intuición.
Ahí radica el grado de dificultad. Decantar nuestras decisiones tomadas por intuición de las tomadas por la racionalización o la emoción.
Cuando ignoramos la intuición (todos lo hacemos en mayor o menor medida) estamos implícitamente reforzando un paradigma en donde pensamos que nuestros sentidos y nuestra experiencia nos llevarán siempre por el mejor camino, pero esto no es así. Incluso, podemos desconfiar de nuestra intuición porque en ocasiones nos llevará por caminos desconocidos y eso no nos gusta. Esto es normal al inicio del proceso porque lo vemos confuso y difícil de dominar. Es como desconfiar de la bicicleta porque nos parece difícil de dominar, complicada y potencialmente peligrosa: un aparato que puede traer más problemas que beneficios y que es mejor dejar guardada en el armario como una bonita anécdota.

Pero, qué pasaría si comenzamos a dominar la intuición. ¿Qué pasaría si después de algunos tropiezos empezáramos a desarrollar esa habilidad? La sensación de libertad y velocidad serían incomparables. Con el dominio de la intuición tenemos la posibilidad de hacer cosas que nunca habíamos hecho antes y sentirnos seguros porque siempre habrá una pequeña voz que en el momento justo nos dirá sin palabras cuando dar vuelta en nuestro camino. Es como tener un vigía en nuestro barco que alcanza a ver un poco más lejos y un poco más nítido. Este guía siempre estará contigo y entre más lo escuches, más claro se volverá para ti. 

jueves, 1 de mayo de 2014

¿Por qué la vida es difícil?


¿Por qué la vida es difícil? 

Tal vez te hayas encontrado en un momento de tu vida en donde las dificultades y problemas que se presentan parecen no tener final. Intentas poner buena cara a los problemas y después piensas que esos problemas no te van a vencer. Puedes practicar el estoicismo o la rebeldía ante los conflictos, sin embargo estos siguen viniendo.  Si eres un persona con fe,  le rezaste a dios para que te ayudara pero no solo no obtuviste una respuesta clara, sino que en ocasiones parec, incluso, que recibiste una respuesta contradictoria a tu solicitud de ayuda. 

A veces la vida parece ser muy difícil o demasiado cuesta arriba requiere una cantidad enorme de  esfuerzo que no se corresponde con los resultados que esperamos. 
Si ya has intentado todo y te encuentras un poco desconectado desconectada de la vida porque ésta no parece ser sutil contigo, existen algunos paradigmas que pueden revisarse para comprender con mayor profundidad la razón de las situaciones desagradables por las que has pasado o estás pasando 

Primer paradigma a cambiar: 

"Mi vida  es difícil¿cómo hago que la vida sea más fácil?" 

Este modelo de pensamiento tiene un problema y es que nos limita a tratar de hacer que la vida cambie. Cuando pensamos de esta manera estamos asignando una personalidad buena o mala a la vida, lo cual es tan ilógico como querer asignar una personalidad al mar. El mar no es bueno ni malo: el mar es. De la misma manera la vida no es mala ni buena, solamente es. De esta forma puedes ver que si te pones a esperar que la vida cambie y se comporte mejor contigo, pues vas a esperar mucho tiempo. Es imposible sentarse junto al mar, pedirle que se porte mejor contigo a la siguiente mañana o alentarlo para que una tormenta hunda un barco la próxima semana. El mar no está conectado a un nivel de control contigo.  

Pero, ¿qué pasaría si tuviéramos mejores herramientas para nuestra interacción cotidiana con la vida? 
Entonces la vida seguiría siendo como es pero nosotros la percibiríamos de forma diferente. No es lo mismo estar en el mar embravecido montando una pequeña lancha, un chaleco salvavidas y una lámpara de pilas, a estar en ese mismo mar de olas gigantes dentro de un yate de 40 metros, viendo televisión con cable y tomando una bebida refrescante mientras esperamos que la tormenta pase. 

¿Verdad que la vida  (o el mar) puede percibirse muy diferente dependiendo de las herramientas que tengamos a la mano para interactuar con ella? Nótese que digo herramientas para interactuar, no digo herramientas para enfrentar. 

Ahora la pregunta 

¿Cuáles serían esas herramientas que necesito tener para  dejar que la vida se manifieste como es sin temor a que esa misma vida me asfixie? 

Ese es tema del siguiente artículo. 

viernes, 4 de abril de 2014

Lo mismo que el buda

Hacer lo mismo que el buda...sólo que más lento.

¿Notan la triple broma?

sábado, 15 de febrero de 2014

MAS ALLÁ DE LA FELICIDAD Y LA INFELICIDAD

Aceptar lo que eres, aceptar lo que sientes, aceptar lo que escuchas,ves,respiras,piensas; aceptar que lo desconocido vive dentro de ti; aceptar a los demás como parte de ti; aceptar la vida.


A continuación trascribo la primera parte del capítulo 9 del libro El poder del ahora

CAPÍTULO NUEVE 

MAS ALLÁ DE LA FELICIDAD Y LA INFELICIDAD HAY PAZ 


EL BIEN SUPERIOR MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL 

¿Hay diferencia entre la felicidad y la paz interior?

Sí. La felicidad depende de las condiciones que se perciben como positivas. La paz
interior, no.

¿No es posible atraer sólo condiciones positivas a nuestra vida? Si nuestra actitud y
nuestro pensamiento son sólo positivos, manifestaríamos sólo eventos y situaciones
positivos ¿cierto?

¿Sabe usted verdaderamente lo que es positivo y negativo? ¿Tiene el cuadro general?
Ha habido muchas personas para quienes la limitación, el fracaso, la pérdida, la
enfermedad o el dolor en cualquier forma se convirtieron en sus mayores maestros.
Aprendieron a abandonar las falsas imágenes de sí mismos y las metas y deseos
superficiales dictados por el ego. Obtuvieron profundidad, humildad y compasión. Se
hicieron más reales.
Siempre que le ocurre algo negativo, hay una profunda lección escondida en ello,
aunque usted no pueda verla en el momento. Incluso una enfermedad breve o un
accidente puede mostrarle lo que es real e irreal en su vida, lo que en últimas importa y
lo que no.
Vistas desde una perspectiva más alta, las condiciones son siempre positivas. Para ser
más preciso: no son ni positivas ni negativas. Son como son. Y cuando usted vive en una
aceptación completa de lo que es -que es la única forma cuerda de vivir- no hay "bueno"
ni "malo" en su vida. Sólo hay un bien superior, que incluye el "mal". Visto desde la
perspectiva de la mente, sin embargo, hay bien y mal, gusto y disgusto, amor y odio. Por
eso en el Libro del Génesis, se dice que Adán y Eva no pudieron seguir viviendo en el
"paraíso" cuando "comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal".

viernes, 24 de enero de 2014

Los pasos del trabajo interno

Ligeramente autobiográfico, escribí este artículo en las trece vidas de Cecilia que quier compartirles:




  Es importante señalar que estos pasos no implican periodo de tiempo alguno, no hay un periodo que deba cubrirse entre cada uno de ellos ni tampoco existe juicio alguno con respecto al paso en que cada uno de nosotros estemos. Es decir, el paso 2 no es mejor que el paso uno y así sucesivamente. Se les denomina pasos sólo para propósitos de presentación pero una mejor manera de denominarlos es giros de volante en nuestro viaje  de trabajo interno. Así, un giro en este momento no es mejor o peor que el giro anterior. es más bien una medida de ajuste sobre nuestro trayecto interno que podamos hacer cuando nos parezca apropiado.
Dicho esto:
Primer giro: El ser humano decide en un momento de su vida que el trabajo interno es para él. Decide que vale la pena realizar un análisis de las partes que lo conforman. Decide que hay un propósito al hacer esto y que ese propósito es mejorar su vida y él mismo. Deja de percibir las situaciones cotidianas como "algo que pasa" y comienza a cuestionarse su participación en ellas.  Este es el giro que más difícil se percibe.
Segundo giro: El ser humano conceptualiza el trabajo interno como una serie de actividades tendientes a erradicar o disolver las partes de él que no le gustan. Se dedica a localizar las partes de sí que deben ser separadas de él para encontrar al ser humano que  el anhela, que necesita y que en ese momento no es. Las emociones son clasificadas en buenas y malas así como las actitudes y hábitos. Busca los orígenes de los comportamientos y la manera en qué puede erradicarlos. Se conceptualiza como un producto inacabado en la medida que no ha filtrado las bajas pasiones que lo persiguen y visualiza a los  grandes maestros iniciados como expertos depuradores de la maldad en ellos y de la proveniente del mundo. Existe una separación entre el individuo y los otros. Los demás existen para probar la determinación del individuo a depurarse y las situaciones cotidianas son una oportunidad para mejorar. 
Tercer giro: El ser humano cambia su estructura de paradigmas sobre el trabajo interno. Conceptualiza el trabajo interno como un proceso de curación y al individuo como un ser enfermo. Identifica las áreas de su personalidad que desea cambiar como áreas que necesitan curarse. Frecuentemente divide su trabajo en etapas de niñez, adolescencia y madurez para facilitar el proceso de reconocimiento de las partes de su personalidad que deben ser sanadas.  Las emociones son consecuencia de los paradigmas adquiridos en las diferentes etapas de la vida y es posible cambiarlas o controlarlas si se identifica el momento en que se adquirió originalmente un paradigma. La concepción maniqueista de los comportamientos se matiza y se sustituye paulatinamente por aproximaciones mentales ligadas a la compasión. "Si yo estoy enfermo cuando me comporto de una determinada manera, también el de enfrente". Esto conlleva a un proceso de empatía que lleva al individuo a preguntarse el alcance que existe entre él y lo demás porque deduce la existencia de un patrón común que "enferma" a todos por igual. Si ese patrón existe, piensa, también debe existir otro que "cure" de manera más o menos estandarizada.  Las situaciones cotidianas son una oportunidad para sanar las partes de la personalidad que están lastimadas. Los grandes maestros iniciados son vistos como humanos que están libres de sufrimiento.
Cuarto giro: El ser humano gira su concepto del trabajo interno hacia un viaje sobre sí mismo. Conceptualiza a los demás como reflejos de su pensamiento. Los "demás" existen primero en él y después fuera de él porque son su propio pensamiento manifestándose. El individuo es un viajero naturalista que busca descubrir para conservar lo que descubrió, sin alterarlo en lo más mínimo. No intenta cambiar , depurar o sanar, ahora busca descubrir y comprender su naturaleza a través de la interacción social. Si no conoce algo, "los demás" se encargarán de mostrarle qué está sintiendo en ese momento.  Su empatía se fortalece ya que siempre se trata de él mismo cuando piensa o habla de "los demás". Los grandes maestros iniciados son vistos como humanos que se han encontrado a sí mismos. Percibe las situaciones cotidianas como un suceso que él mismo diseñó para facilitar su camino de autodescubrimiento.
Quinto giro. El ser humano cambia su focus de autoestima hacia otro lugar diferente a lo que él es, él hace o él actúa, por lo tanto  se olvida del trabajo interno como concepto. Se dedica a disfrutar las partes de sí mismo que surgen en su interacción social. No juzga, no analiza, no cambia, no preserva. Los “demás” son él y eso le parece muy divertido. Las situaciones cotidianas son procesadas con ligereza y aceptación como si  "alguien" tuviera  muy buen sentido del humor.