¿Existe la sombra? Sí. ¿Existe la luz? Sí. ¿Son equivalentes? No.
Pensemos en una puerta hermética que divide un cuarto. De un lado de la puerta existe la mayor de la oscuridad y del otro la luminisidad completa.
Ahora abrimos la puerta hacia un lado y al otro. Por más pruebas que realicemos la luz siempre iluminará al cuarto oscuro. Bajo ninguna circustancia la oscuridad se introducirá en el cuarto luminoso. ¿Por qué, apesar de que ya sabe esto, sigues revisando la chapa de la puerta sólo para asegurarte que la sombra no entre? Bueno, es una broma cósmica.
La oscuridad sólo es la ausencia de luz. Es una manifestación que existe únicamente cuando no existe luz. Veamos ahora algunos atributos de esta oscuridad:
- Es ignorante
- Es rabiosa
- Es ciega
Pensemos en ella como un toro. Es un toro ciego, ignorante y rabioso y sólo existe porque en ese momento, donde vive, no hay luz.
¿Es peligroso? Sí.
¿Puede hacerte daño? Sí.
Imagina que como parte de tus diseños para esta encarnación decides en un momento de tu vida estar en un lugar donde hay poca luz. No es completa la oscuridad por el simple hecho de que tú te encuentras ahí y con tu luz interna iluminas las inmediaciones de tus pasos. Ahora, te encuentras con el monstruo frente a frente. Como el toro es ciego, no ve tu luz y solamente te puede localizar por medio del oído o del olfato. Si te mueves, te escuchará y tratará de embestirte. Si sientes miedo te localizará a través del olfato: tu adrenalina impregnará el aire.
En este punto tienes dos alternativas: La primera es luchar, pelear por tu vida. La táctica es lo de menos. Querido lector, ahora te presento el cambio de paradigma: esa lucha no es necesaria.
La segunda alternativa es caminar tranquilamente hacia afuera del ruedo. No hay ruido en tus pasos, no hay miedo en el aire, no hay disposición a pelear. La sombra no te localiza, la lucha no sucede y tu vives libre del miedo a que un día la sombra te atrape. ¡Que concepto!
Te preguntarás qué hay de los seres humanos que viven de la sombra. Dentro del proceso de libre albedrío esas almas han decidio experimentar el uso de esa fuerza oscura. Pero sólo es parte de un juego, sólo es un experimento. Dentro de su papel, su personaje alimentará a la bestia y la cuidará. Para cumplir con su papel, se encargará de hacer propaganda: como la bestia es ciega, rambiosa e ingnorante, deben gritar a todos los vientos que hay una bestia peligrosa. Si sientes temor, tus temores se harán realidad: la sombra te atacará y tratará de matarte... pero sólo en ese caso.
No somos el premio en un lucha entre el bien y el mal. Confía en tu luz, conéctate con tu parte más sabia y camina tranquilamente fuera de esa experiencia que ya no necesitas. Recuerda, somos maestros encarnados con un plan, con una estrategia diferente en cada encarnación y con un sólo propósito: el regocijo de la expansión haciendo conocido lo desconocido.