Comencemos mejor con el principio, antes de describir los giros de la conciencia, es menester empezar con una platica que nos muestre cómo esta organizado todo.
Nosotros somos parte de un cúmulo de seres que forman el universo, somos energía consciente y creadora, es decir, somos energía creativa que actúa conscientemente.
Cual es la motivación para actuar?, el amor, este ser del que hablamos se ama incondicionalmente y al amarse incondicionalmente ama todas las expresiones del universo. Si se ama así mismo, entonces ama a todo lo que le recuerde a él.
Este ser, decide en conjuncción con otros, expandirse a sí mismo, por que?, porque la expansión es la finalidad de todo el universo.
Para expandirse crea contrastes, el bien y el mal, el odio y el amor. Crea todos los opuestos posibles para que su contraste provoque expansión, movimiento.
Una vez que tiene los contrastes, decide que, para que estos puedan expresarse completamente deben ser vivenciados, pero aquí surge un problema. Para este ser, como es en este momento, es imposible vivenciarlos puesto que ama todos, todo lo ama y todo es aceptado. Y la no aceptación es un requisito indispensable para vivenciar el contraste.
Decide entonces crear un organismo que pueda vivenciar este contraste. Crea entonces al hombre, y a una biología que sufre las inclemencias del tiempo y tiene necesidades. pero esto no es suficiente. Porque este hombre no puede experimentar el contraste porque todavía recuerda que es una creación del ser. Todavía recuerda que es una creatura y por tanto no lleva a cabo la experimentación ni el contraste.
En este momento el ser decide formar parte del organismo que acaba de crear, se despoja de una parte sustancial de sí y se integra a este ser. Al hacerlo se producen dos cosas: la parte del ser que se integra al organismo olvida su verdadera naturaleza y la biología adquiere una capacidad que sólo tenía el ser: su capacidad de creación y de libre voluntad.
Quién decide lo que ha de experimentar este ser- humano simbiótico?, él mismo. Antes de tomar parte de este proceso simbiótico, el ser planifica qué ocurrirá en la vida del individuo para que este experimente contraste. Lo hace por grados y en una espiral ascendente. En cada encarnación se ha predeterminado por el ser que acciones se llevarán a cabo. Cuando un contraste ya ha sido vivenciado, entonces se procede a otro y a otro. Primero se vivencian los contrastes más radicales, los más obvios y después los sutiles.