En un momento del camino, se toma la desición de continuar sin un maestro que lo guíe. Esto tiene su parte sabia porque es una declaratoria del ser humano en donde lanza al universo su intención de no depender de las enseñanzas de otro ser humano para avanzar en su camino espiritual.
Sin embargo, a veces, este mismo ser humano después de declarar esto, hace una más: Elige a todos los seres humanos que conozca por el resto de su vida como sus maestros....aprenderá sobre sí mismo a partir de conocer cómo se siente en sus interrelaciones.
El universo por supuesto, responde presuroso al llamado, la magia se inicia.....
Buscamos maestros formales por una sensación de no merecimiento, porque no podemos creer que la maestría provenga de la conexión con nuestro ser interno.Nos da miedo nuestra grandeza,como dicen Ramtha y Kryon. pero también el tener maestros toda la vida es una perversión: así siempre podremos echarle la culpa de lo mal que nos va al hecho de que fallaron sus sistemas, sus enseñanzas.Nos disfrazamos de discípulos humildes pero en realidad podemos ser soberbios y autoritarios y responsabilizar a los maestros por nuestra vida.
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